8 ene 2009

De mi para alguien

Esto lo escribi hace 1 año y medio (creo) para alguien que, de mentiras, me queria y yo no queria. La verdad me di cuenta que ese sentimiento se ha repetido con otras personas no de la misma exacta forma pero parecido. Tuve ganas de ayudar a la persona a quien le escribi esto pero creo que entonces fue muy temprano y ahora es muy tarde.

Más que por obligación, por gusto, soy capaz de abrazarte hasta que te sientas mejor.No importa si muero de inanición, si con mi perdida tú estás bien… entonces adelante, alguien déme una daga que pienso clavármela en el corazón. Prefiero mil veces ser arrastrada por un caudal de cálida sangre a permanecer aquí, inerte y congelada. Si no te fías de mis palabras, no te culpo, pues yo tampoco me fío de ellas, pero confía al menos en el instinto, si es que aquellas píldoras de ilusiones chamuscadas no te lo han dormido para siempre. Mi mente es, cuando te veo, el coliseo con sus leones y gladiadores. Un circo de masacre simultánea donde el tumulto levanta polvo del averno y el espectador lo inhala sin saber, pues está extasiado de sentidos. Aunque agradezco que me aprecies y agradezco que me quieras, a veces pienso en gritarte hasta que mis pulmones se contraigan doloridos, ¿Por qué no me liberas de este amor lastimero? Soy una niña pequeña, con sus dulces y sus vestidos, tan brillantemente vana… me ilumina una falsa imagen de claridad. Tú me descubres, de tal forma que me da miedo y me duele. En tu presencia mis ojos, desde un principio tristes, se opacan de un anhelo prohibido que en mi cobardía soy incapaz de liberar.No me lo digas, aquello que sé bien. Soy para ti vidrio de colores expuesto a la luz, tan bonito, tan brillante, tan mágico y artificial. Me falta la música, aquella de las flautas y los tambores, de las guitarras y los violines. Esa música, ocasionará un eco distante en mi vacío corazón y, como perro de caza olfateando a su presa, mi mente olfateará tu principio y yo bailaré por siempre, feliz al fin por haber visto, sin tu conocimiento, una parte de ti. Ahora las palabras cansadas avanzan despacio por mi lengua y por mis dedos. No hay que te pueda decir que en verdad refleje lo que pienso, menos aún existe algún tipo de comunicación que exprese lo que siento. No importa ya, no me importa nada, sé que estas bien y eso me alivia un poco. Sin embargo, no lo sé, me pregunto si en verdad es correcta esta solución. Has regresado con nuevas cicatrices, mejor sería si fueran visibles, esas, al menos, las puedo besar para que estén mejor. Pero aquellas que nadie ve, ni siquiera creo que tú las veas… son esas las más letales, corroen y succionan la humanidad de tu ser. ¿Qué puedo hacer por ti? Es lo más doloroso que se me ha ocurrido hasta el momento. No puedo hacer nada por ti de la misma manera en que no puedo hacer nada por mi misma. Patéticas bestias que somos, vagamos hambrientas por el mundo, ¡pero no tú! No… tú eres un ángel confundido, arrancaron tus alas cuando visitaste este decadente mundo. Quiero verte y decirte lo mal que has hecho, lo mal que te has portado. Pero, ¿quién soy yo para decirte eso? Nadie, soy nadie y soy nada. Ya no hay nada más que de mi boca sellada pueda escapar, lo he dicho casi todo. Casi, porque jamás lo digo todo, soy incapaz. Ahora sí, me voy y te dejo estas frases que sé no leerás, inconclusas. No importa, no importa nada ya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario